Esta tarde hemos asistido en el Instituto Leonés de la Cultura a la presentación del libro de poesía "También en lejanía" (Ediciones Vitruvio), de Néstor Hernández Alonso. En él, este profesor de Literatura que escribe poesía reflexiona sobre el paso del tiempo y la huella que nos deja, aludiendo a ese presente que regresa tantas veces cuando parecía quedarse atrás.
Me llamo Néstor, por el capricho impune de un padrino de poderes plenos.
Autor de seis libros, admirador de Luis Cernuda, lector apasionado y defensor del poder sanador de los versos, Hernández plasma en su literatura la cotidianidad que vive cada día, sin olvidar las alusiones a su pueblo de origen -Calzada del Coto, al que dedicó una de sus composiciones-, a la Naturaleza, al Amor, al Dolor.
De nada sirve un hermoso jardín cerrado.
El acto, presentado por el catedrático y crítico literario José Enrique Martínez, resultó tan ameno como emotivo, adornándose con la lectura de algunos poemas sencillamente preciosos.
Con independencia de nuestro vínculo personal y aun cuando eluda tal nominativo, considero a Néstor Hernández un POETA en toda la extensión de la palabra.
Cada día caben más cabezas bajo la misma ala.
Solo así se explica que su obra sea tan capaz de acariciar nuestras almas.
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