jueves, 25 de abril de 2024

En el VIII Congreso SOCINORTE

En estos días, la Sociedad Norte de Medicina Preventiva y Salud Pública -SOCINORTE- está celebrando en Valladolid su VIII Congreso, bajo el lema Avanzamos hacia el futuro: desafíos y oportunidades de la Medicina Preventiva.
Si en la pasada edición conseguimos el premio a la mejor comunicación científica, con un estudio realizado en la Sección de Epidemiología del Servicio de Sanidad de León sobre vacunaciones en viajeros, en esta hemos ido con un trabajo de investigación completado en el Complejo Asistencial Universitario de León, a propósito de la Higiene de Manos.
Sin embargo, la principal novedad de su jornada inaugural ha estado en el reparto de decenas de ejemplares de mi libro "Catorce lunas nuevas" (Undergraf) entre los congresistas asistentes, a cargo de la empresa farmacéutica GSK, quien financiara su edición. Y es que fieles a su subtítulo, como responsable que fui de un Centro de Vacunación Internacional, en dicha obra abordo tus cuentos, viajes y vivencias desde otra perspectiva: la mía.

viernes, 12 de abril de 2024

Presumiendo de Club de Fans

Decía el escritor Alan Bennett que existen dos tipos de autores: los que tienen lectores y los que tienen fans. Quizá las circunstancias tiendan a encasillarme entre estos segundos, y más con las siguientes razones:
1.- Porque las ventas de mis libros no son grandiosas, aun cuando con alguno su tirada se contara en unidades de millar y en ciertas presentaciones acudieran varios cientos de personas. ¡Todo un récord para un escritor sin agente literario ni más promoción -al margen de la que pueda realizar cualquier editorial- que estos blogs míos, que acumulan a diario una media creciente de visitas! También es cierto que todos mis editores han quedado contentos conmigo y, aun sin contar con el aval de ningún bestseller, cada obra ha cubierto de sobras los objetivos previstos.
2.- Porque, como asegura un librero amigo, en las Ferias hay mucha gente que se acerca a preguntar por ti... pero pocos que preguntan por lo que escribes. Aun cuando mi ego pudiera pensar lo contrario, eso me gusta: afortunadamente, priorizan a la persona.
3.- Porque desde el primer día, mis verdaderos agentes literarios son nuestros amigos, con la suerte añadida de que los tengo bien repartidos. Los hay en Alboraya, Ejea de los Caballeros, Huelva, Cuenca, Tabernes de la Valldigna, Toral de los Guzmanes... E incluso en Mar del Plata, Módena o Estocolmo; sin olvidar ese triángulo tan mágico para mí que constituyen las ciudades de Zaragoza -allá donde nací-, Madrid -allí donde como médico me formé- y León -acá donde actualmente vivo.
4.- Porque en casa presumo de dos admiradores tan acérrimos como incondicionales: mis hijos.
5.- Y porque realmente poseo un Club de Fans. De lo más sencillo, eso sí: en la red social Facebook, con no muchas entradas, con apenas una treintena de seguidores que están siempre ahí... Pero también de lo más extraordinario.
De hecho, estoy convencido de contar con su apoyo para la difusión de mi próxima obra "Catorce lunas crecientes" (Editorial Péndula), en la que espero agradecido aumentar también mi número de lectores. Y, si no fuera así, le repetiré a mi ego eso que pone en otra de las tazas de nuestros desayunos que algún amigo mexicano nos regaló: Cuando estoy de bajón, tomo asiento, me relajo y pienso: ¡Carajo, si hasta tengo club de fans!

jueves, 4 de abril de 2024

La Ley de la Atracción

Cursando el último año de Psicología en la UNED, realicé un trabajo a propósito de la llamada Ley de la Atracción, referida a esa fuerza natural del universo que responde a la cantidad de energía similar que cada uno emite. De modo que si crees firmemente en algo -por ejemplo, en tus sueños-, lo acabas proyectando con tal fuerza que influyes para que se acabe cumpliendo.
Por supuesto con matices, es una ley que -en función de cada actitud- condiciona que atraigamos a nuestra vida situaciones positivas o negativas. Y he de reconocer, también por experiencia, que a menudo se cumple.
En mi caso, la última vez ha sido esta mañana. Dado que a las 8:15 horas debía impartir en mi Hospital una de las sesiones Déjame que te cuente... la Inmunización, que venimos desarrollando en el marco de la Humanización de su Asistencia Sanitaria, me levanté media hora antes de lo habitual con el objetivo de tomar el primer autobús del día para llegar en hora. Una vez montado en él, mientras desplegaba su plataforma lateral para que subiera una persona en silla de ruedas, sobrevino cierto pensamiento diciéndome que aquel dispositivo rompería con el peso... ¡Y, casual o causalmente, se rompió! De manera que nos quedamos tirados, advirtiéndonos el conductor de que tendríamos que esperar al vehículo siguiente. 
Esto suponía retrasarnos al menos veinte minutos y, en consecuencia, llegar tarde al evento. De ahí que decidiera salir en busca de un taxi, aun cuando otro pensamiento igual de convincente me dijera que siendo tan temprano no encontraría ninguno... ¡Y, casual o causalmente, tampoco lo encontré!
Al final eché a correr calle abajo, avisando de esa avería a los usuarios de bus que aguardaban en las paradas que iba superando y llegando al acto prácticamente en hora.
Estaba convencido de que, una vez allí, entre cuentos y vacunas, todo saldría genial... ¡Y, casual o causalmente, todo salió así!
Según la Psicología cognitiva, la forma en que interpretamos y procesamos cualquier información influye directamente sobre nuestras emociones y acciones. De ahí la importancia de tener un enfoque positivo, a pesar de las adversidades que a menudo nos muestra la cotidianidad. Desde él mejoraremos nuestro estado de ánimo y, sobre todo, estaremos más preparados para detectar y aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Es la Ley universal de la Atracción, que exige como corolario que acabemos celebrando cada logro, por pequeño que parezca.
Por cierto, estaba plenamente convencido de que aquel trabajo UNED había quedado sobresaliente... pero me equivoqué: casual o causalmente, acabaron calificándolo con matrícula de honor.