martes, 26 de febrero de 2013

Un correo compartido

Con permiso de mi amiga Irene, reproduzco uno de sus correos recibidos tras recomendar la lectura de "El amor azul marino":
"Muchísimas gracias por pensar en mí, bueno en nosotros, por hacernos llegar esta joya, esta maravilla de libro que me emociona, me hace sonreír, me hace llorar, hace que valores lo que de verdad tiene importancia en la vida. Yo soy de lágrima fácil y no me está costando nada notar mi cara húmeda cada vez que lo leo.

¡Qué suerte tienes de contar entre tus amigos con Manuel! Desde luego yo no le conozco, pero solo con leerle me parece que demuestra una sensibilidad exquisita... Da gusto saber de personas como él por escribir cosas tan bonitas y de personas como tú por compartir con nosotros la ternura de sus palabras. Muchísimas gracias".
En efecto, mil gracias a vosotras. Como escritor, es un placer que hayáis compartido conmigo este mensaje.

miércoles, 13 de febrero de 2013

En el Día de la Radio


Mi hermana Conchita es una asidua radioyente. Lo suyo eran los concursos musicales, de esos en los que debes acertar quién canta una canción. Se llevó montones de discos. Una vez ganó una camiseta por decir el palíndromo o la frase capicúa -esas que se leen igual de izquierda a derecha que viceversa- de mayor longitud. “Ana”, con tres letras como mi nombre, dijo la primera de las concurrentes. “Abracadabra”, de once, advirtió el segundo. ¡Eliminado! Esa palabra no suena igual en un sentido que otro. “Luz azul”, apostó el tercero. ¡Qué bonita!; y con siete letras parece difícil que la superen.
Entonces, después de avistar la enciclopedia, llamó ella:
-  Dábale arroz a la zorra el abad (veinticinco).
¡Qué exagerados somos en la familia!
Ganó sin oposición, aunque hoy con los buscadores de Internet lo habría tenido más difícil: “A mamá Roma le aviva el amor a papá y a papá Roma le aviva el amor a mamá” (cincuenta y cinco). Decididamente, contra el progreso no hay quien pueda.
El ritmo de la frecuencia modulada pone ambiente a la peluquería y sé que en sus canales acude al encuentro de la distracción. Y es que tras atender a los peques, su marido, la casa y el negocio, también necesita momentos de respiro.
Conchi fue siempre una luchadora nata que ha tenido muy claros sus objetivos. Como esa emisora independiente que cubre la última hora de la primicia, acostumbra a ser clara, sincera, directa, a decir lo que piensa aunque a veces no lo piense demasiado.
Esta mañana, escuchando la radio camino del trabajo, esbocé un relato. Pensé en dedicárselo a ese medio y a cuantos son cómplices de su milagro: oyentes, locutores, publicistas, realizadores. Esta tarde quisiera compartir su trama con ellos. Es mi modesta forma de agradecerles tanta compañía…

Nota: Párrafos pertenecientes al relato A las puertas del edén, incluido en mi libro "El amor azul marino".

jueves, 7 de febrero de 2013

Palabras para una presentación

Comparto con vosotros las palabras que pronunció en su día mi profesor Dr. Agustín Herrera con motivo de la presentación de "El amor azul marino" en Madrid: No les voy a hablar de estos preciosos cuentos; prefiero que los lean y a ser posible que se los lean a ustedes mismos como se hace habitualmente cuando se quiere recibir la magia de unos versos cuya música comunica más si la palabra es oída. Su encanto no reside solo en la prosa poética; el hilo conductor que los preside es la exaltación de los valores. Sus cantos al amor, a la libertad, a la esperanza o a la amistad van tejiéndose a lo largo de sus páginas. 
Otro de sus encantos reside en la gracia con que el autor percibe los colores. Ya del título del libro, que se toma de una de sus narraciones más bellas, se desprende que el azul va a tener un protagonismo especial. Neruda en una ocasión dedicó a García Lorca su admiración más lograda: "por si te pintan de azul los hospitales". No se puede preguntar a un poeta la razón de sus versos, pero pienso que el azul mitigaría el dolor que circula libre por los pasillos de un hospital y de igual forma pienso que Manuel Cortés ha descubierto también en el azul del mar la magia que nos transmite y el bálsamo para las heridas de su vida...
Mil gracias por sus palabras, por sus lecciones, querido profesor.