jueves, 4 de abril de 2024

La Ley de la Atracción

Cursando el último año de Psicología en la UNED, realicé un trabajo a propósito de la llamada Ley de la Atracción, referida a esa fuerza natural del universo que responde a la cantidad de energía similar que cada uno emite. De modo que si crees firmemente en algo -por ejemplo, en tus sueños-, lo acabas proyectando con tal fuerza que influyes para que se acabe cumpliendo.
Por supuesto con matices, es una ley que -en función de cada actitud- condiciona que atraigamos a nuestra vida situaciones positivas o negativas. Y he de reconocer, también por experiencia, que a menudo se cumple.
En mi caso, la última vez ha sido esta mañana. Dado que a las 8:15 horas debía impartir en mi Hospital una de las sesiones Déjame que te cuente... la Inmunización, que venimos desarrollando en el marco de la Humanización de su Asistencia Sanitaria, me levanté media hora antes de lo habitual con el objetivo de tomar el primer autobús del día para llegar en hora. Una vez montado en él, mientras desplegaba su plataforma lateral para que subiera una persona en silla de ruedas, sobrevino cierto pensamiento diciéndome que aquel dispositivo rompería con el peso... ¡Y, casual o causalmente, se rompió! De manera que nos quedamos tirados, advirtiéndonos el conductor de que tendríamos que esperar al vehículo siguiente. 
Esto suponía retrasarnos al menos veinte minutos y, en consecuencia, llegar tarde al evento. De ahí que decidiera salir en busca de un taxi, aun cuando otro pensamiento igual de convincente me dijera que siendo tan temprano no encontraría ninguno... ¡Y, casual o causalmente, tampoco lo encontré!
Al final eché a correr calle abajo, avisando de esa avería a los usuarios de bus que aguardaban en las paradas que iba superando y llegando al acto prácticamente en hora.
Estaba convencido de que, una vez allí, entre cuentos y vacunas, todo saldría genial... ¡Y, casual o causalmente, todo salió así!
Según la Psicología cognitiva, la forma en que interpretamos y procesamos cualquier información influye directamente sobre nuestras emociones y acciones. De ahí la importancia de tener un enfoque positivo, a pesar de las adversidades que a menudo nos muestra la cotidianidad. Desde él mejoraremos nuestro estado de ánimo y, sobre todo, estaremos más preparados para detectar y aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Es la Ley universal de la Atracción, que exige como corolario que acabemos celebrando cada logro, por pequeño que parezca.
Por cierto, estaba plenamente convencido de que aquel trabajo UNED había quedado sobresaliente... pero me equivoqué: casual o causalmente, acabaron calificándolo con matrícula de honor.

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