Le conocimos cuando nuestro hijo Manuel se inició en este juego, allá en las categorías benjamines de su equipo Ademar León. Él fue su primer entrenador, su descubridor, dándole decenas de consejos para que fuese mejor en la cancha, y también alguno que otro para que lo fuera lejos de ellas.
Quizá por eso, Manuel ha seguido de siempre su trayectoria, habiéndome comentado hoy que su club de Cangas de Morrazo ha superado la promoción de la liga ASOBAL, por lo que la próxima temporada seguirá militando en la máxima categoría del Balonmano nacional.
Nos alegramos sinceramente por la plantilla, por su espléndida afición... Y, por supuesto, también por nuestro amigo. ¡Felicidades a todos, felicidades Felipe!
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