sábado, 12 de marzo de 2022

Soñadores que nunca se rinden

Estando en alguna tanda de rehabilitación, a medio camino entre las corrientes diadinámicas y el gimnasio, repasaba la desilusión que le ha supuesto a Manuel pequeño no ser convocado en su categoría de Balonmano para cierta actividad programada desde la Federación. ¿Acaso no lo he hecho bien, papá? Él, que vive este deporte con tanta pasión, que procura no perderse ni un solo entrenamiento y que siente mariposas en la víspera de cada partido, habría estado encantado de formar parte de dicha selección. Y he de reconocer que yo, como padre, también.
Sin embargo, hemos decidido mutuamente revertir la situación hasta convertirla en un motivo excelente para aprender; en otro estímulo para entrenar y jugar aún mejor, a sabiendas de que habrá más oportunidades... Porque de seguro que, si sigue progresando como hasta ahora, antes que después llegarán.
La historia del Deporte está repleta de ejemplos en que no siempre los elegidos resultaron ser ganadores... Y sobre todo, a la inversa: en sus inicios, el mismísimo Messi fue rechazado por varios equipos de su Argentina natal -como Newell's o River Plate- al considerarlo demasiado bajo para jugar al Fútbol... O el propio Michael Jordan no fue escogido entre los dos mejores jugadores de Baloncesto en el NBA-DRAF de 1984, siendo además recibido con reticencias por la afición de aquel Chicago Bulls que lo eligió. 
Así que toca continuar, seguir disfrutando de tantas jugadas, no dejar de creer en cada oportunidad... Y es que, como advirtiera aquel genio de la canasta, a veces un ganador es simplemente un soñador que nunca se rindió.

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