Si filandón es "una reunión que se realiza por las noches una vez terminada la cena, en la que se cuentan cuentos en voz alta, al tiempo que se trabaja en alguna labor manual", el pasado fin de semana tuve ocasión de vivir uno de ellos en toda la extensión de su palabra. Fue en el municipio leonés de Villoria de Órbigo, concretamente en la llamada "Casa de la Aurelia", donde un grupo de amigos nos reunimos en torno al fuego de una chimenea para compartir historias, leyendas, canciones y cuentos. El mío, lo podéis imaginar: "El amor azul marino".
Fue una experiencia entrañable, a la antigua usanza. No en vano, el filandón fue declarado por las Cortes de Castilla y León "Bien de Interés Cultural", estando pendiente de su inclusión dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Desde el recuerdo de dicha vivencia y en la esperanza de poder repetirla a lo largo de este 2015 que en nada comienza, Feliz Año Nuevo.
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