Rezan las biblias
de mil y una religiones que hubo un tiempo, hace milenios, en el que llovió
sobre el planeta de manera exagerada. Los mares se crecieron y la Tierra quedó
anegada ante el diluvio que caía desde el cielo.
En el horizonte,
tan sólo una nave desafió la tormenta. Un arca gobernada por un anciano Noé,
con una pareja de cada especie animal a bordo. Con las velas quebradas por el
viento, el pequeño camarote era su único refugio frente a una inclemencia tan
desorbitada.
Tras días y días
de lluvia incesante, el sol reapareció. Las nubes se diluyeron y los navegantes
celebraron extasiados la venida de aquella bonanza.
Alrededor del
arca todo era océano. No había prados, selva, madrigueras; tampoco montañas,
valles o llanuras. Noé pensó que sería oportuno que alguno de los animales, aun
a riesgo de su propia vida, cruzase las aguas en busca de tierra a la que
poderse dirigir; y para ello, de entre su tripulación, escogió a la Paloma. De
manera que al atardecer de esa jornada un ave torcaz salió de la embarcación
con ese objetivo.
Las horas fueron
pasando y hubo quien comenzó a aburrirse. Fue entonces cuando al llorón del
Cocodrilo se le ocurrió una idea para que el curso del minutero se hiciera
menos tedioso:
- Mientras esperamos a que vuelva la
Paloma podríamos elegir a nuestro rey
-planteó al resto de la cabaña creyendo que sería él el elegido.
La Jirafa asintió con la
cabeza pese a estar convaleciente de su tortícolis, el Canguro dio saltos de
alegría y la Tortuga, discreta entre las discretas, se metió en su casa para no
incordiar.
- Muy bien, pero ¿cómo lo
discernimos? -preguntó la Cotorra.
El Koala
respondió:
- ¿Qué os parece si lo hacemos
jugando? Cada vez jugaremos a una cosa y el que pierda resultará eliminado.
Así, un juego y otro juego, hasta que al final sólo quede uno de nosotros. Un
animal que por su carisma, destreza y sabiduría merezca ser nuestro soberano.
- ¡Qué
divertido! -gritaron las rapaces, los rumiantes, los plantígrados.
De manera que, ante el consenso general, comenzó la selección...
Nota: Primeros párrafos del cuento La ramita de olivo, incluido en mi libro "El amor azul marino" (con motivo del Día Escolar de la Paz y la No Violencia).
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