En el concierto fin de curso del Conservatorio de León

El pasado viernes 27 de mayo asistimos al concierto final de curso de las grandes agrupaciones del Conservatorio Profesional de Música de León, celebrado en el Auditorio Ciudad de León. Como integrante de uno de sus coros, en él participó nuestro pequeño Manuel, quien sumaría otra muesca a su cada vez más grande trayectoria musical.

Sin que sea pasión de padre, hemos de reconocer que -entre habaneras y canciones tradicionales- nos hicieron disfrutar mucho, pues entonaron francamente bien... al igual que sucediera unos días antes en la audición final de Trombón, realizada en el Auditorio Ángel Barja. Y todo ello, a escasas fechas de su examen de acceso al grado profesional de Música, para el que le deseamos sencillamente lo mejor.

Entre tanto, seguimos ilusionados. Será que, como asegurase ese genio apellidado Tolstoi, la Música es la taquigrafía de la emoción.

Los ciegos de verdad

Íbamos a recoger a nuestros hijos a la salida del colegio: mi mujer, una amiga nuestra y yo. Íbamos con prisas, aunque casi debería darse por supuesto. Íbamos hablando de nuestras cosas, sin pretender arreglar el mundo. Al llegar a cierta avenida, observo que justo enfrente hay un invidente cuyo bastón se ha enredado en una bicicleta aparcada transversalmente en alguna señal vial. Desde luego, esa bici nunca debería haber estado ahí.

El hombre se desespera porque ha quedado atrapado. No puede desengancharse y en sus movimientos ha bajado hasta el asfalto, con el riesgo que eso implica para su seguridad. Aunque sea zona de velocidad limitada, los coches pasan muy cerca. A su lado deambulan varios ciudadanos -también con prisas, también hablando de sus cosas- que quizá no se dieron cuenta de la situación.

Cruzamos la calle y corro a auxiliarle. Sinceramente, percibo peligro. Me presento, le ayudo a subir a la acera, saco su bastón de aquellos radios, le dejo en posición de seguir. Me da las gracias reiteradamente y acaba marchando por su camino.

Al volver junto a mi mujer y nuestra amiga, ambas reconocen que tampoco se percataron de esa escena. En otro caso, habrían intervenido; conociéndolas, ¡sin duda! La cuestión es que entre prisas y demás, estamos perdiendo el campo visual ante ciertas circunstancias... La cuestión es que a este ritmo, ¿quiénes son en verdad los ciegos? 

Déjame que te cuente la Higiene de Manos

La segunda edición del Concurso de Ideas sobre Higiene de Manos, convocada por el Servicio de Salud de Castilla y León -SACYL- con motivo de la Jornada Mundial de Higiene de Manos en la Atención Sanitaria que se celebra hoy 5 de mayo, ya tiene ganadores. Y aunque no hayamos sido nosotros, ¡les felicitamos deportivamente!

Desde el Servicio de Medicina Preventiva del Complejo Asistencial Universitario de León -CAULE-, al que pertenezco, presentamos nuestra propuesta Déjame que te cuente la Higiene de Manos: una sesión de cuentacuentos ambientada en distintos países, que combina cierta parte lúdica -la de los relatos- con otra científica -la de las bases de tal práctica sanitaria, según metodología de la Organización Mundial de la Salud. 

Evidentemente, habiendo cuentos de por medio y siendo corresponsable del programa de Higiene de Manos del CAULE, dicha iniciativa posee una pincelada mía. Sin embargo, esta idea es colectiva, correspondiendo al conjunto de un Servicio que resulta básico -aunque a menudo parezca desconocido- para el buen funcionamiento de cualquier centro sanitario. La gestión de los aislamientos -máxime en tiempos de pandemia-, la prevención de la infección quirúrgica, la desinfección de espacios e instrumental, la salud medioambiental, la vacunación en grupos de riesgo... En definitiva, y parafraseando a Hipócrates, actividades todas que permiten declarar el pasado, diagnosticar el presente y predecir el futuro.

De entre ellas, la Higiene de Manos constituye otra práctica tan eficiente como esencial en la atención sanitaria, como bien reconocen el resto de los Servicios. De ahí que insistamos tanto en su correcto cumplimiento. Estamos convencidos de que, aun no habiendo sido premiada, esa sesión de cuentacuentos constituirá un nuevo estímulo para ello. 

Así que, Déjame que te cuente la Higiene de Manos.