En tantas bibliotecas

En las Bibliotecas Municipales de León, en la Biblioteca Pública de León, en los Bibliobuses de León y Soria, en la Biblioteca Pública del Estado (Zaragoza), en la Biblioteca Pública Municipal Rafael Andolz -en el barrio zaragozano de La Almozara, donde viví toda mi infancia-, en la Biblioteca Pública Municipal de San Mateo de Gallego, en la Biblioteca de Osera de Ebro -donde marcharon mis padres, tras haber compartido tanto-, en la Biblioteca del Teléfono de la Esperanza (León), en la Biblioteca Pública Juan Compañel (Vigo), en la Biblioteca del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, en las Bibliotecas de todas las aldeas de la organización Aldeas Infantiles SOS, en la Biblioteca Pública de Ávila, en la Biblioteca Pública de Soria, en las Biblioteca Municipales de Ponferrada, en la Biblioteca de Castilla y León (Valladolid), en la Biblioteca Municipal Casa de la Capellanía -allá en Miguelturra, donde obtuviera dos premios Carta Puebla-, en la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía... Y desde esta semana, cualquiera de mis libros puede también encontrarse en las bibliotecas de la residencia para personas mayores Bellasol Mariana Pineda -en Zaragoza, por lo bien que se portan con nuestra amiga Carmen- y en la lúdica del Complejo Asistencial Universitario de León -donde actualmente desarrollo mi labor de médico preventivista.

Y es que, como afirmara Arturo Pérez-Reverte, también para mí una biblioteca no es un conjunto de libros leídos, sino una compañía, un refugio y un proyecto de vida.

Música por La Palma

Organizado por la Escuela Municipal de Música de La Virgen del Camino, ayer se celebró en la basílica de este municipio leonés el clásico Concierto de Santa Cecilia, con una novedad importante: la recaudación obtenida con el mismo irá destinada a favor de los afectados por el volcán de La Palma.

Capitaneado por un palmero como Samuel -precisamente, el profesor de trombón de nuestro Principito-, el acto contó con la colaboración de las distintas autoridades y profesores vinculados a dicha Escuela, resultando de lo más entretenido, solidario y entrañable. 

Y es que una vez más quedó demostrada esa frase del cantautor estadounidense Conort Oberst, de que la Música tiene un poder infinito para difundir mensajes de solidaridad y esperanza.

En Cuento Cuentos Contigo

Cuento Cuentos Contigo constituye desde hace más de seis años un punto de encuentro para todos los amantes del relato, del cuento y demás obras narrativas. Un lugar pensado para compartirlos -ya sean propios o ajenos- o para informar de actividades relacionadas con el universo de la Literatura. Una iniciativa cultural, capitaneada por nuestro amigo Óscar Marcelo Barrientos Tettamanti que cada segundo viernes de mes prende en el Café Varsovia, de la ciudad de León.

Aunque al de ayer estuviera invitado pero no pudiese asistir por razones personales, me consta que estuve encarnado en uno de mis textos. Concretamente y en la voz del propio Marcelo, en ese titulado La vieja ermita, incluido en mi libro "Nanas para un Principito" (MAR Editor).  

Mil gracias por el detalle, nos veremos sin duda en el Cuento Cuentos Contigo de diciembre, y entre tanto, -como siempre decimos los cuentistas- nos seguiremos contando.

Conjugando el verbo dedicar

En mi literatura he procurado siempre cuidar la dedicatoria de cada una de mis obras. Así, aquella ópera prima titulada "El amor azul marino" fue sin duda para mis padres, Manolo y Dorita, quienes siempre lucharon para que sus hijos fueran buenas personas. Mi segundo libro, "Cartas para un país sin magia", quizás en un ejercicio de vanidad, me lo acabé dedicando a mí desde la convicción de que todo proyecto ilusionante comienza por uno mismo. El tercero, "Mi planeta de chocolate", fue para Transi, mi mujer, por la ilusión que transmite en cada uno de sus verbos... Así hasta la última antología, pensada para amigos o familiares que de uno u otro modo siempre han estado ahí.

En su pasión por el balonmano, nuestro Principito ha heredado esa querencia. De manera que tras regresar de su último partido -muy contento, por cierto, de cuanto lo ha disfrutado- nos ha ido enumerando a quiénes ha dedicado cada uno de sus goles. El primero a su abuelo Manolo, recientemente fallecido, con quien mantenía una relación entrañable... El segundo a su entrenador, por la confianza que le ha dado... El tercero a sus compañeros de equipo... Así hasta el último tanto, referenciado a personas que de alguna manera también están junto a él.

De modo que, entre ambos, nos seguimos empeñando en hacer bueno aquel viejo refrán, de tal palo, tal astilla, mientras conjugamos uno de nuestros verbos favoritos: dedicar.

Miradas tras la mascarilla

A las siete de la tarde de este sábado, en el Café Bellas Artes (C/ Salvador del Nido, León), se ha inaugurado una exposición fotográfica de lo más especial en estos tiempos del Coronavirus: Miradas tras la mascarilla, del artista Marcelo Óscar Barrientos Tettamanti.

Conociendo su trayectoria detrás de una cámara y, por supuesto, en base a nuestra amistad, nos habría encantado acompañar a Marcelo en tal acto, si bien por razones personales ha resultado imposible. No obstante, apuntamos esta cita en nuestra agenda para disfrutarla, a sabiendas de su indudable interés -máxime desde mi condición de epidemiólogo- y de que permanecerá abierta hasta el próximo 10 de diciembre.