Nuestra Sirenita sabe entre cuento y cuento que si yo no hubiera sido médico me habría encantado ser mago. Por eso, cuando hablamos de actuaciones entrañables programadas en la Sociedad Deportiva y Cultural La Venatoria, ella no permitiría que dejase de citar aquel espectáculo de magia que le encandiló: el de Fantasía y Comodín. Dos artistas a corazón descubierto, capaces de crear nieve recreando los poderes de cierta princesa, hacer desaparecer de su chistera pañuelos de mil colores o arrancarnos alguna lagrimilla a los acordes de un viejo acordeón.
A pesar del viento reinante y de las medidas que impone una Cultura Segura, hubo sorpresas, sonrisas, música, ilusión en estado puro... ¡Con la falta que nos hace ante tanta desesperanza! Será porque como apunta Rosana en sus canciones, Magia es probar a saltar sin mirar, es caer y volver a empezar.
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