En este verano atípico, en el que ese cambio imprevisto de trabajo me dejó sin vacaciones, hemos recurrido demasiadas veces al pueblo o al club al que pertenecemos para poder aliviar tantos calores. Si el primero es mi querido Toral de los Guzmanes -con su célebre Palacio de adobe, joya de la arquitectura en tapial, construido en el siglo XIII-, la segunda es nuestra socorrida Sociedad Deportiva y Cultural La Venatoria -con más de un siglo de historia-. Ciertamente, hemos de reconocer que la oferta lúdica y recreativa de esta última durante el verano está resultando de lo más interesante. Al margen de mil campeonatos deportivos, la programación estival incluye cuentacuentos, espectáculos de magia, sesiones de zumba, gymkanas infantiles... Y por supuesto, conciertos. Eso sí: respetando siempre las medidas preventivas establecidas en pandemia.
De entre dichos conciertos quisiera destacar uno al que le tenía unas ganas especiales: el del grupo leonés The Blues Brothers, celebrado en sus instalaciones el pasado 25 de julio. Pese a organizarse al mediodía, a casi treinta grados y ante un público distanciado por las circunstancias, lo hicieron sencillamente genial. Además de ofrecer una gran variedad de canciones a ritmo de soul, twist, country o blues, propusieron un espectáculo divertido en el que no faltaron sonrisas, bailes sentados y una conexión en directo -de lo más surrealista- con la sala Mandalay del Casino de Torrelodones, en Madrid.
The Blues Brothers... Sin duda, altamente recomendables. Y es que como afirmara ese genio del género llamado William Basie, hay muchas maneras de tocar blues, pero siempre será blues.