El Proyecto Los
Argonautas, dedicado a la atención de las personas mayores más necesitadas,
viene realizando desde hace años distintas actuaciones artísticas en
residencias o centros para mayores, cuyos beneficios –tanto del espectáculo en sí, como de la labor de
acompañamiento que conllevan- hemos podido constatar.
Las características de tales actividades son las
siguientes:
Participación de un mínimo de cinco voluntarios con
habilidades artísticas, más otro que hace las veces de maestro de ceremonias.
* Duración total de unos 80 minutos, divididos a su
vez en actuaciones cortas –la media está en torno a los 15 números- de no más
de diez minutos.
* Programación variada: desde números musicales
–incluyendo temas populares, para que los asistentes los puedan cantar- hasta
cuentacuentos o números de clown. En el caso de recitarse poemas se suelen
buscar los clásicos más conocidos, con ese mismo objetivo de que el público los
pueda acompañar.
* Dinamismo, intercalando las distintas actuaciones a
fin de que el público se mantenga activo, entretenido y receptivo durante toda
la sesión.
* Flexibilidad, de manera que cada espectáculo se
diseña específicamente en función del perfil del usuario del centro donde se
realiza.
* Participación, a sabiendas de que los asistentes son
los auténticos protagonistas del acto. De ahí que se potencien los números
participativos.
* Cercanía, pues estas actuaciones no solo pretenden
romper la monotonía y entretener, sino también –y sobre todo- realizar una
labor de acompañamiento. Por ello los voluntarios se entremezclan con los
asistentes durante las celebraciones, charlando con ellos, animándoles a
participar… o simplemente, compartiendo.
* Buen humor. Indispensable, desde la convicción de
los muchas ventajas que ofrece.
A partir de las evaluaciones realizadas de tales
intervenciones, tanto propias como externas, hemos constatado los siguientes
beneficios sobre las personas que las reciben:
* Mejoran la relación entre los residentes y su
integración en el centro.
* Ayudan a paliar los sentimientos de soledad, creando
un espacio en el que los mayores se sienten escuchados, acompañados y queridos.
* Contribuyen al fortalecimiento de la autoestima y al
desarrollo de habilidades sociales, gracias a la inclusión de números
participativos.
* Favorecen el desarrollo de capacidades físicas y
cognitivas, debido a la diversidad de actividades de corta duración, las cuales
permiten a los usuarios trabajar las diferentes tareas que se les presenta.
* Rompen con la monotonía, al ser actividades
diferentes a las de su cotidianidad.
* Fomentan las relaciones intergeneracionales, con el
consiguiente enriquecimiento mutuo.
* Demuestran a las personas mayores que a la sociedad
les siguen importando, lo que les ayuda a sentirse más valorados y a afrontar
sus circunstancias desde una actitud más positiva.
* Generan sonrisas… Y también –así debemos de
reconocerlo-, alguna que otra lágrima de emoción.
A modo de conclusión, compartimos dos opiniones al
respecto. La primera, de una responsable de la Residencia Santa Teresa y San
José (Madrid), quien comentaba a la entidad Los
Argonautas que “vuestra presencia, de
modo sistemático a lo largo del año, ofrece a las residentes una ocasión
propicia para sentirse escuchadas, acompañadas y queridas, generando siempre
esa dosis de alegría tan necesaria en esta etapa de la vida”. La segunda, de
Sandra, una de las Voluntarias con Arte,
quien asegura que “ser Argonauta es más
que darte a los demás y regalar sonrisas. Es sentir, es aprender de las vidas y
las experiencias de nuestros mayores, de la gente que les cuida, de tus
compañeros… de ti misma”.
A sabiendas de tales beneficios en ambos sentidos,
¡la función puede continuar!
Adjunto enlace a la web del Proyecto Los Argonautas, del que soy técnico asesor, en la que se ha publicado una entrada mía sobre este mismo tema.
ResponderEliminarMil sonrisas.
https://losargonautas.org/2019/02/beneficios-de-la-animacion-sociocultural-en-residencias/