sábado, 21 de junio de 2014

En el Día de la Música

Es curioso, pero a veces me sorprendo cantando en mis paseos; poniendo música al préstamo hipotecario, entonación a las facturas de fin de mes, estribillos a la mar. 
Es curioso, pero a veces me sorprenden los rodeos que da el destino para encaramar su puerto. Los males que por bien llegan, quien nada y guarda la ropa, ese pez que muere por su boca, aquel que de tanto querernos nos hace llorar.
Es curioso, pero a veces me sorprende ver que en el día a día sigue habiendo inspectores rechonchos. Gabardinas que anteponen el apellido de su Excelencia al menú sin postre, a los pies descalzos, a la tabla del cinco.
Es curioso, pero a veces, quizá demasiadas veces, todavía me sorprende sorprenderme. 

Nota: Párrafo perteneciente al relato "Soñando a Dulcinea", incluido en mi libro "El amor azul marino".

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