El próximo martes 4 de junio, en horario de tarde, estaré a disposición del público asistente en la caseta que Librería Albareda dispondrá en el paseo de la Independencia de Zaragoza con motivo de la presente edición de la Feria del Libro.
Y un poquito antes, a eso de las cinco, participaré en una tertulia literaria que a propósito de mi obra y mi persona ha organizado el Colegio Bajo Aragón-Marianistas de la capital maña.
Si podéis y os apetece, allí nos veremos... Allá nos leeremos.
viernes, 31 de mayo de 2013
miércoles, 22 de mayo de 2013
Entrevista para Notimex
Os adjunto un extracto de la entrevista que en su día me hicieron desde la agencia mexicana Notimex con motivo de la publicación de mi obra Mi planeta de chocolate, a fin de que me conozcáis un poco mejor:
Pregunta (P): En sus libros narra muchos de sus viajes por el mundo. ¿Aparece allí
México o algún otro país latinoamericano?
Respuesta (R): En efecto. He visitado Perú, Costa Rica, Argentina y un
poco de Brasil y México. Todo muy lindo. Sin embargo, en Cartas para un país
sin magia preferí centrarme en los viajes realizados como médico epidemiólogo
a Benin en África Central, los Balcanes durante la guerra en la Antigua Yugoslavia ,
Oriente Medio... Se trata de una colección de relatos en la que, partiendo de
las experiencias vividas, invito de nuevo a la reflexión.
(P): Usted ha donado
siempre los derechos de autor en favor de Aldeas Infantiles, ¿es la mejor
demostración de que escribe por amor a la literatura, y de que,
fundamentalmente, los cuentos son para los niños?
(R): Siempre
he dicho que la Medicina
es mi vocación, la profesión de la que vivo. Y que la Literatura es mi
pasión, esa afición que ocupa mi tiempo libre. Escribiendo disfruto como nadie,
soy feliz. Y a ello añado la capacidad de compartir esa sensación con mis
lectores. Con ello me siento suficientemente pagado.
Por
eso, y porque he colaborado activamente con Aldeas Infantiles SOS (cuya labor
a favor de la infancia resulta encomiable), he cedido a esta ONG los derechos
de autor de toda mi obra. Es una cuestión de coherencia.
(P): Además de autodenominado cuentista, usted es cuentacuentos, ¿en qué contextos? ¿Cómo hace para
convertirse en narrador?
(R): En
efecto, me identifico plenamente con la palabra cuentista. Cuentista porque utilizo el cuento
para expresar lo que siento, por pertenecer a una familia que se cuenta las
cosas. Mis dos primeros libros abordan este género literario, mientras que en Mi planeta de chocolate el protagonista es un enamorado de los mismos.
Y me
encanta la palabra cuentacuentos. De hecho, en España he participado en
distintos certámenes al respecto. También he realizado sesiones ante niños,
personas mayores institucionalizadas y últimamente con alumnos de enseñanza
secundaria. Siempre de una manera altruista.
Para ser
narrador solo hay que tener algo que contar, creer en ello y contarlo. Porque los
cuentos gozan de un don especial: además
de ser muy útiles para la transmisión de valores, son capaces de generar
emociones en quien los escucha. Y eso, créanme, es magia en estado puro.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Cartas para un país sin magia
"Cartas para un país sin magia" (Ediciones Irreverentes) es el título de mi segunda obra. Fiel al estilo que me caracteriza, en ella repaso distintos viajes que he realizado a lo largo de mi vida, hilándolos a través de una historia personal. A modo de misivas, reflexiono sobre cada una de mis experiencias: el viaje de estudios a Roma, las charlas con un niño soldado en Benin, aquella perspectiva del puente de Mostar, el nacimiento de Lida en ese hospital de Kabul... Son aspectos tan entrañables como a veces terribles de nuestro pasado y presente, que podrían ser los de cualquiera. Todo ello desde la ironía y la sensibilidad que pretendo, tratando de no dejar a nadie indiferente y siendo fiel a esta máxima de vida: escribir para compartir.
jueves, 9 de mayo de 2013
Azules marinos en la Feria de León
A las 19:00 horas de mañana viernes 10 de mayo, en la carpa de actividades de la Feria del Libro de León, ubicada en la Plaza de San Marcelo, realizaré una sesión de cuentacuentos para sentir y pensar titulada "Cuentos del mundo". En ella compartiré muchas de las historias que he escuchado durante el tiempo que desarrollé mi trabajo como médico en cuatro continentes... Y por supuesto, alguno de los relatos que he creado. Entre ellos "El amor azul marino", que precisamente empecé a escribir muy lejos de aquí.
Estáis todos invitados.
Estáis todos invitados.
domingo, 5 de mayo de 2013
En el Día de la Madre
Aun a riesgo
de parecer retórico, no encuentro calificativos para describir a mi madre; una persona
tan extraordinaria, tierna, buena, cariñosa, humilde, dulce, generosa, sufrida,
sincera, entrañable. Porque además de darnos todo y ser el eje de la familia,
no hubo un solo momento que no estuviera ahí, pendiente de sus retoños,
derrochando sentimientos y alegrías sin mayor interés que el nuestro.
Ella decía que
a pesar del tifus de los cuarenta, su infancia fue feliz. Tenía la costumbre,
diabólica costumbre en una criatura, de chuparse el pulgar de su mano derecha.
Alarmados por ello, el maestro y el boticario decidieron solucionarlo según los
cánones del momento. Cada vez que entraba en la escuela le colgaban dos
tablillas a modo de peto en las que podía leerse: “Teodora, la chupona”.
En cualquier
otro caso hubiera sido motivo de burla por el resto de la chiquillería. Pero
aquella niña era tan especial que todos guardaron sus mofas para cuando el
travieso de Carlitos se hiciese pis en la cama.
Nota: Fragmento perteneciente a mi relato La conveniencia azul turquesa, incluido en mi libro "El amor azul marino".
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