En esta entrada, y a fin de que podáis conocerme un poco mejor, os dejo la entrevista que me realizaron desde el portal literario Aventarte.
Pregunta (P) ¿Dónde has nacido?
Respuesta (R) Nací en la Maternidad de Zaragoza, en plenas fiestas del Pilar de hace cuarenta y algún años… Luego pasé toda mi niñez en su barrio de la Química (actualmente La Almozara).
(P) Un recuerdo de tu infancia:
(R) Creo que tuve una infancia muy feliz pues me sobrevienen demasiados recuerdos entrañables: la emoción de cada noche de Reyes, los veranos en el pueblo con mis primos, la primera vez que vi el mar… Aunque tampoco puedo olvidar lo mucho que se esforzaron mis padres para que pudiera sentirla así.
(P) ¿Dónde vives ahora?
(R) En la ciudad de León, en mitad de su barrio más típico: el Barrio Húmedo. Me encantan sus tapas, su ritmo de vida, la cultura del filandón (reunión de personas para compartir cuentos). He de reconocer que, pese al frío en invierno, me ha acogido muy bien.
(P) Cuéntanos algo interesante que te haya ocurrido esta semana:
(R) Ocurrió ayer mismo. Tras impartir una de mis clases sobre epidemiología (disciplina ciertamente ingrata), decidí terminarla con un cuento. Suelo hacerlo a menudo para agradecer a los alumnos su atención. Lo agradecieron con un aplauso.
(P) ¿Cuándo te diste cuenta de que lo tuyo era escribir?
(R) Todavía no estoy seguro de que lo mío sea escribir. Me encanta y por eso lo hago, aunque el día en que deje de gustarme o me quite de otras cosas más importantes lo dejaré. En cualquier caso, comencé a redactar después de que mis padres fallecieran en un accidente. Ellos siempre decían que escribía bien. Fue una especie de homenaje a su memoria, a la vez que una manera de plasmar en el papel aquello que sentía.
(P) ¿Escribes a mano o en el ordenador?
(R) Confieso que he sucumbido a las nuevas tecnologías: escribo en el ordenador. Sin embargo, siempre llevo encima una libreta de notas en las que apunto cualquier detalle que me inspira.
(P) ¿Tienes algún rincón o algún ritual especial que inspire?
(R) Sí. Desde que alguien me dijo que para que fuese bien mi carrera literaria debería apostar por el siete, soy un maniático de este número. Por eso los cuentos o capítulos de mis libros son múltiplos suyos. Otro ritual que cumplo: empezar a escribirlos en la noche del cinco de enero, por la magia que esta fecha conlleva.
(P) Un olor:
(R) El del campo después de haber llovido. Tengo la impresión de que así huele la vida.
(P) Una imagen:
(R) La de mi hijo Manuel sonriendo. Me transmite paz, plenitud y, sobre todo, muchísima alegría.
(P) Un cuento:
(R) Nombrar uno solo resultaría imposible. Cualquiera de Coello, Benedetti, Borges, Cortázar, Bucay… De entre los míos, me quedo con el titulado “El amor azul marino”, por ser el primero que escribí. Sin ese primer paso no andaría por este camino.
(P) ¿Por qué nos recomendarías tus libros?
(R) Más que yo, preferiría que fueran mis lectores quienes los recomendasen. Lo que sí puedo decir de cada uno de ellos es que están escritos con y desde el corazón, siendo fiel a una máxima que me he aplicado desde que comencé: escribir para compartir.
(P) Si solo pudieras salvar tres libros...
(R) ¡Difícil dilema, pues hay tantas obras maravillosas! De entre esos tres estaría, sin duda, el Quijote. Después de salvarlos a ellos, me salvaría yo.
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