El pasado viernes 10 de febrero, en la parroquia Nuestra Madre del Buen Consejo, de León, se celebró un encuentro de oración y solidaridad bajo el título Frenar la desigualdad está en tus manos, dentro de la campaña contra la pobreza de la ONG Manos Unidas. En él hubo cierta dosis de música, testimonios de personas que realizan su trabajo en alguno de los países con menor renta del mundo -¡cuánta emoción puso en sus palabras esa misionera en África llamada Charo!-, mil reflexiones al respecto, toneladas de altruismo... Y ese detalle de ayuno solidario con quienes menos tienen, consistente en una manzana para cenar.
Porque no cabe duda de que en esa desigualdad asienta una de las principales causas de miseria... Al igual de que nuestros gestos por un motivo tan justo poseen un poder mucho mayor del que nosotros mismos pensamos. Creedme. Lo sé de primera mano.
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