Cuando hace ya quince años el destino me trajo a León, hubo cierta persona que se erigió en mi cicerone literario. Era un periodista llamado Marcelino Cuevas -por entonces trabajaba en Radio Nacional de España- que, aun sin ser de mi familia, me trató como si lo fuese. De hecho, al saber que conocía a poca gente de la ciudad y que quería promocionar aquellos primeros libros que había escrito, se ofreció de inmediato para ayudarme en cuanto pudiera necesitar. Reconozco que tal generosidad, sumada a su sencillez, nos sorprendió gratamente.
Así fraguó la presentación de mi obra Cartas para un país sin magia (Ediciones Irreverentes) en Librería Alejandría, acompañándome con sus sabias palabras... Así nos presentó a distintas personalidades del mundo de la Cultura, abriéndome las puertas a participar en ese proyecto titulado por entonces "Leer León"... Así me facilitó alguna entrevista y aparición en los medios, sin olvidar esa primera aparición en una Feria de Libro en León.
Marcelino, fiel a su estilo, se marchó con discreción hace tres años. Ahora, el Instituto Leonés de la Cultura le rinde un merecido homenaje con la exposición Marcelino Cuevas, in memoriam, que podrá verse en su sala de exposiciones hasta el próximo 25 de junio.
Junto a este tributo, vaya mi recuerdo y agradecimiento de corazón para esa gran persona, para ese enorme comunicador y -por supuesto- para ese incansable divulgador de nuestro Arte.
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