Esta tarde se cumplirán doce años de mi primera sesión de cuentacuentos. La primera vez que me subí a una tarima, con el único argumento de mi voz, para contar historias a todo aquel que quisiera escucharlas.
Lo recuerdo perfectamente, como cada detalle que se vive con intensidad. Fue en el Foro FNAC de Zaragoza, la sesión llevaba por título De la A de Amor a la Z de Azul, versaba sobre distintas vivencias incluidas en mi libro "El amor azul marino", mi propio editor ejerció de maestro de ceremonias... ¡Y la sala estaba llena de niños!
Desde entonces he podido cambiar de escenario, pero nunca de ilusión.
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