Me da mucha alegría compartir que la Diputación Provincial de Soria acaba de editar mil ejemplares del libro ilustrado "El milagro de El Vado de Cascajar", cuya autora es mi prima Jara Baena Martínez. Dicha edición es parte del premio que obtuvo Jara tras alzarse el pasado año con el II Certamen de Ilustración de Cuentos, Leyendas y Tradiciones sorianas para Niños "Fray Conrado Muiños".
La obra narra la historia del caballero Fernando Antolínez, recogida en la cantiga LXIII de "Las cantigas de Santa María" de Alfonso X el Sabio. Fue presentada el pasado 23 de abril, coincidiendo con la celebración del Día del Libro, en las antiguas escuelas de San Estebán de Gormaz (Soria).
Jara estudia en la actualidad Publicidad Creativa en la Universidad de Lincoln (Inglaterra), teniendo yo el honor de que la primera portada de libro que editó fuese para mi obra "El amor azul marino" (versión kindle), tal y como se presenta en la plataforma Amazon.
lunes, 27 de abril de 2015
sábado, 18 de abril de 2015
Azules marinos para una Antología
Ayer por la tarde presentamos en la Biblioteca Pública de León un libro singular: "Antología de comedia y humor", de Ediciones Irreverentes. En su salón principal, ante un público tan entregado como agradecido, nos reunimos el coordinador de la edición Chema Rodríguez-Calderón, el dramaturgo y tenor Carlos Álvarez Méndez, y yo en mi condición de coautor de la obra, con mi texto "La vuelta al mundo en casi ochenta cuentos".
Sinceramente, resultó una presentación estupenda, de lo más divertida y reflexiva, llena de humor, sonrisas, lecturas dramatizadas y corazón. Además, aproveché ese momento para compartir con los asistentes mi cuento más personal: "El amor azul marino".
Mil gracias a Chema por su amistad y por haber incluido en esta antología un escrito lleno de cuentos... A Carlos por su cercanía y ofrecernos uno de sus textos para que disfrutásemos de él... A la dirección y al personal de la Biblioteca por todas las facilidades dadas... Y a Ediciones Irreverentes, Premio a la Mejor Labor Editorial 2014 por la Asociación de Autores de Teatro, por su apuesta incondicional por este género.
Sinceramente, resultó una presentación estupenda, de lo más divertida y reflexiva, llena de humor, sonrisas, lecturas dramatizadas y corazón. Además, aproveché ese momento para compartir con los asistentes mi cuento más personal: "El amor azul marino".
Mil gracias a Chema por su amistad y por haber incluido en esta antología un escrito lleno de cuentos... A Carlos por su cercanía y ofrecernos uno de sus textos para que disfrutásemos de él... A la dirección y al personal de la Biblioteca por todas las facilidades dadas... Y a Ediciones Irreverentes, Premio a la Mejor Labor Editorial 2014 por la Asociación de Autores de Teatro, por su apuesta incondicional por este género.
martes, 14 de abril de 2015
Felicidades, papá
Hoy habría sido el cumpleaños de mi padre. ¡Y qué mejor manera de recordarle que compartiendo lo que en su día escribí en "El amor azul marino" sobre él!
Estés donde estés, te seguimos queriendo. ¡Felicidades, papá!
¡Qué difícil resulta describir a papá! Un aragonés lleno de carácter, gigante y cabezudo, con tantas anécdotas en la mochila. De niño vivió inmerso en la posguerra, reconociendo sin tapujos haber pasado hambre.
Un día, otro alumno del colegio -al menos colegio es lo que ponía en la puerta de aquel patio- trajo una mandarina para el postre. La encerró con cremallera en el bolsillo del abrigo, pero mi padre le vio. Se pasó toda la clase maquinando cómo hacerse con el manjar. Ladino de juguete, la tomó en un descuido y se la llevó a la boca. Las cáscaras le hubieran delatado por lo que tuvo que ingerirla sin pelarla. Nadie descubrió nunca cómo se produjo semejante delito.
Poco después consiguió el puesto de recadero en un convento. Su trabajo consistía en llevar cajas y cajas, a cuál más pesada, de una punta a la otra. Tal vez por eso no creció lo suficiente.
Aun cuando a veces le pagaban con picadura para fumar, nunca tuvo problemas en el servicio. Hasta que un día una monja le puso en tentación. Le pidió que llevara a casa de otra novicia dos barras de pan. Pan de masa, de trigo, de harina, del que todos hablaban y ninguno conocía. ¡Tiene que saber a gloria!
Juró dar solo un mordisco en uno de los cuscurros Luego, que de dos no pasaría. Fueron tres, y cuatro, y cinco. Al llegar a casa de la hermana, apenas quedaban migas. De nada sirvieron sus ocurrencias y estuvo a una firma del reformatorio. Debería haber sabido que ciertos alimentos no se cuecen para los diablillos...
Estés donde estés, te seguimos queriendo. ¡Felicidades, papá!
¡Qué difícil resulta describir a papá! Un aragonés lleno de carácter, gigante y cabezudo, con tantas anécdotas en la mochila. De niño vivió inmerso en la posguerra, reconociendo sin tapujos haber pasado hambre.
Un día, otro alumno del colegio -al menos colegio es lo que ponía en la puerta de aquel patio- trajo una mandarina para el postre. La encerró con cremallera en el bolsillo del abrigo, pero mi padre le vio. Se pasó toda la clase maquinando cómo hacerse con el manjar. Ladino de juguete, la tomó en un descuido y se la llevó a la boca. Las cáscaras le hubieran delatado por lo que tuvo que ingerirla sin pelarla. Nadie descubrió nunca cómo se produjo semejante delito.
Poco después consiguió el puesto de recadero en un convento. Su trabajo consistía en llevar cajas y cajas, a cuál más pesada, de una punta a la otra. Tal vez por eso no creció lo suficiente.
Aun cuando a veces le pagaban con picadura para fumar, nunca tuvo problemas en el servicio. Hasta que un día una monja le puso en tentación. Le pidió que llevara a casa de otra novicia dos barras de pan. Pan de masa, de trigo, de harina, del que todos hablaban y ninguno conocía. ¡Tiene que saber a gloria!
Juró dar solo un mordisco en uno de los cuscurros Luego, que de dos no pasaría. Fueron tres, y cuatro, y cinco. Al llegar a casa de la hermana, apenas quedaban migas. De nada sirvieron sus ocurrencias y estuvo a una firma del reformatorio. Debería haber sabido que ciertos alimentos no se cuecen para los diablillos...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)